Todas las miradas están sobre Jimmy Morales Cabrera, el nuevo presidente de Guatemala, un actor y comediante que ha llegado al poder como resultado de la ausencia de líderes con arraigo nacional y la deslegitimación de la política tradicional. En medio de un amplio rechazo a la corrupción y la cooptación del Estado, Jimmy Morales logra ganar las elecciones con un mensaje muy simple, “ni corrupto ni ladrón”. Poco tiempo transcurrió para que la imagen de persona honesta se viera cuestionada.